Dos cuerdos en un mundo de locos

Y en medio de esa locura te busco entre letras,

porque eres ese pensamiento que habita en mi mente.

Esa dulce sensación indescriptible.

Ese beso que tatúa tu nombre en mi cuerpo.

Esas alas que me llevan a tocar el cielo.

Esa voz musitando a mi oído las palabras más hermosas.

El manantial que sacia mi sed.

La chispa que a mi vida llena de placer.

La brasa que aviva mi fuego interior.

Ese loco al que mi cuerpo aclama cada noche.

Y sí, somos dos cuerdos en un mundo de locos...

Jazzz

Dicen...

Dicen que…

con una simple sonrisa ella se derretía,

él era su vida misma,

su voz endulzaba su oído en cada madrugada,

sus ojos la tenían cautivada,

cuando cerraba sus ojos y lo pensaba el cielo le regala un arcoíris,

tiene un cofre ahí en el pecho en el que almacena suspiros e ilusiones,

les robaría el brillo a las estrellas para su camino siempre alumbrar,

le recitaría a la luna cada uno de sus versos para que él al mirarla su sonrisa le pudiera obsequiar,

guarda mil caricias que sus dedos se mueren porque en su cuerpo las pueda plasmar,

ella tiene abiertos los brazos esperando su llegar, que lo abrazará tan fuerte y que nunca más lo soltará.

Me llené de ti en ausencia de mí.

Cuando en ausencia de mí solo quedaban recuerdos de la nada y una sombra sin palabras.

Me llené de ti cuando creí morir y llegaste a mí.

Cuando en ausencia de mí comenzaste a respirar por mí.

Me llené de ti cuando tomaba tus manos y podía sentirte vibrar.

Cuando en ausencia de mí cerraba los ojos y te podía sentir amar mi piel 

Fue así cuando me llené de ti en ausencia de mí.

Y hubo alguien...

quien amó cada uno de sus infiernos,

que añoró tomarlo de la mano y acompañarlo en su cansado caminar,

que en cada mañana le regalaba su mejor sonrisa y una mirada que brillaba queriendo cuidar cada una de sus heridas,

que deseaba con el alma que sintiera que aún había vida,

quien estaba dispuesta a reparar sus alas para juntos poder volar,

que anhelaba con ansias locas devolverle la ilusión,

que pudo desnudar su alma,

que encontró en él un lienzo en blanco en el que fue pintando un arcoíris que le devolviera las ganas de amar,

que le enseñó a mirar el horizonte,

que por instantes le inyectó paz,

que le brindó su regazo para en el poder descansar,

que le ofreció sus brazos para levantarlo de cada caída,

que le regaló un amor puro y sincero,

que por las noches le sueña y le dedica su primer pensamiento al despertar,

que lo hizo volar entre las nubes,

quien ahora se niega a soltarlo porque en él encontró el amor que solo él le sabe dar,

quien te dice que te esperará toda una vida por si algún día quieres regresar.

Y hubo alguien...